lunes, 10 de diciembre de 2018

LA POSICIÓN ESCÉPTICA MÁS RADICAL


LA POSICIÓN ESCÉPTICA MÁS RADICAL

Por Lácides Martínez Ávila

Es fama que la posición escéptica más radical que ha habido en la historia de la filosofía es la del sofista Gorgias de Leontini, al afirmar: “Nada es; pero si algo fuese, no lo podríamos conocer, y si algo fuese y lo conociésemos, no lo podríamos comunicar a los demás”. Esta afirmación, sin embargo, permite advertir que Gorgias cree saber algo. ¿Qué cosa? Precisamente, lo que afirma: que nada es, o que, si algo es y lo conocemos, no lo podremos comunicar. En consecuencia, si Gorgias cree saber algo, su posición no es la más radicalmente escéptica, toda vez que admite la posibilidad de conocer algo: eso que precisamente cree saber.

Similar es la posición asumida por Sócrates en aquella que es, sin lugar a dudas --junto con “pienso, luego existo”, de Descartes-- la frase filosófica más célebre y conocida: “Yo sólo sé que nada sé”. En ella, el padre de la Ética admite claramente saber, al menos, algo: que nada sabe.

Por los tiempos en que la Academia fundada por Platón había tomado definitivamente el rumbo del escepticismo, hubo un filósofo llamado Arcesilao de Pitane, fundador de la llamada Academia nueva, que le hizo una adición a la citada frase de Sócrates, para expresar su propio pensamiento. Veámosla. Despojemos primero la frase socrática de su carácter anfibológico y enunciémosla mejor así: “Yo sólo sé una cosa: que no sé nada”. Pues bien, Arcesilao le agregó: “y aún esto no lo sé a ciencia cierta”. O sea, que la frase completa quedó así: “Yo sólo sé una cosa: que no sé nada, y aun esto no lo sé a ciencia cierta”.

Esta modificación de Arcesilao constituye, indudablemente, un gran paso hacia una posición verdaderamente escéptica. Pero, no obstante, se deja translucir todavía en ella la posibilidad de conocer algo, puesto que, al decir: “y aún esto no lo sé a ciencia cierta”, está admitiendo que, si bien no tiene la certeza de saber algo cabalmente, lo sabe en cierta medida. Por eso, la actitud de Arcesilao tampoco es la más radical en el campo del escepticismo.

La actitud más escéptica que se ha dado en la historia de la filosofía es, sin duda, la de Metrodoro de Chíos, un filósofo atomista, discípulo de Demócrito --o quizá de Neso-- y maestro de Anaxarco. Dijo Metrodoro: “Yo no sé si sé o si no sé”, frase que, como se puede apreciar, no encierra afirmación por ninguna parte y que debería gozar de una mayor popularidad para justiprecio de su autor.

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