TU INEXPLICABLE SILENCIO
Con tu silencio me obligas
a sentirme preocupado;
si es que ya me has olvidado,
te ruego que me lo digas.
Pero, por favor, no sigas
torturando mi existencia;
ten de mi vida clemencia,
que ya bastante he sufrido;
dime si al río del olvido
me arrojaste por mi ausencia.
Me resisto a aceptar eso
de ti, que amor me juraste;
mas, si en verdad me olvidaste,
yo a ti sí no, lo confieso.
Yo soy noble y me intereso
por que mi amor nunca muera,
y de la misma manera
espero que se me ame…
¡Tan sólo el malo, el infame,
no ama en forma verdadera!
Lácides Martínez Ávila
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