DOLOR INTERNO
Quienes me ven se imaginan
que soy feliz y de buenas,
pero por dentro las penas
con saña y crueldad me minan.
Personas habrá que opinan
que yo debo estar contento,
porque en el actual momento
no estoy pasando trabajos…
¡Ignoran esos carajos
lo que en mi alma yo siento!
Es un dolor muy terrible
el que a mí me está acabando.
Dime, Dios mío, ¿hasta cuándo
sufriré esta pena horrible?
No puede ser, ¡no es posible!
que ella a mí ya no me quiera,
siendo que de tal manera
le tributo idolatría,
que hasta mi vida daría
por que ella nunca muriera.
Todo mi ser se llenaba
de inusitada alegría
cuando ella a mí todavía
bellas cartas me mandaba.
En éstas me aseguraba
que su amor era sincero,
que era puro y verdadero
como el que yo le profeso;
hoy en día yo dudo de eso;
sin embargo, aún la quiero.Lácides Martínez Ávila
No hay comentarios:
Publicar un comentario