jueves, 27 de diciembre de 2012

MIS SONETOS

SONETOS DE LÁCIDES MARTÍNEZ ÁVILA



TU FALSEDAD


Fingieron bien tus ojos la franqueza
la noche en que adorarme aseguraste,
pues engañarme con maldad lograste
sin que yo sospechara tu vileza.

Jugaste con mi límpida nobleza,
al motor de mi púrpura engañaste:
dijiste amarme y luego te portaste
con cruel falsedad y con bajeza.

Al flamígero averno tu alma irá
por su perversidad y alevosía,
y entonces dejará de ser impía;

furente, Belcebú se ensañará
en tu alma diamantina, que está ahora
henchida de cizaña malhechora.


A TU AMADO

Ignoto amigo, a asegurar me atrevo
que es usted el más grande afortunado
que esta falaz humanidad ha dado
en todo su existir asaz longevo.

De la mirífica mujer que llevo
aquí en mi corazón, ha usted logrado
amor prolijo que me fue negado
y que echar al olvido eterno debo.

Quiérala, amigo, cual la quiero yo;
de darle dichas y venturas trate;
no la deje sufrir, no la maltrate…;

que, a pesar de que nunca amor me dio,
es ella una mujer para la cual
pido al Cielo un futuro sin igual.



SUPERACIÓN

En modo alguno yo correcto veo
que si alguien quiere destacarse en algo
y dícele otro –que se juzgue hidalgo—
que es incapaz, reprima su deseo.

Yo, aunque me digan que compongo feo
y que ni cinco como vate valgo,
de mi afición a componer no salgo,
y que lo opuesto deba hacer, no creo.

Así, si al Magazín alguno escribe,
enviando escritos de los que es autor,
y la bestial respuesta que recibe

es la de que jamás será escritor,
mal hace entonces si a lo cual se inhibe
de proponerse producir mejor.


A MI EX NOVIA

Encontrado has al fin, y hasta me alegro,
quien te arranca un amor que yo no arranco,
y que te amen también anhelo franco,
cual tu amado, cuñados, suegra y suegro.

Ajeno al grupo humano que yo integro…
--mejor las puertas de mi juicio atranco---.
Si tú lo quieres no es porque él sea blanco,
y quien te canta aquí un humilde negro.

Sé bien que tú lo quieres por su esencia
moral e intelectual, no por su aspecto…
Me atrevo a asegurar que es hombre recto;

pues te conozco y sé que tu escogencia,
ya en la importancia, ya en la menudencia,
te ofrece siempre lo mejor selecto.



INFUNDADO TEMOR

Aunque dices amarme de seguro
porque a veces me piensas y me extrañas,
más bien paréceme que tú te engañas,
que no te inspiro amor veraz y puro.

Yo sí te adoro, amor, y te aseguro
que te llevo incrustada en mis entrañas…
Y no son falsedades o patrañas,
son nítidas verdades, te lo juro.

Un cervuno temor me desconsuela
y acongoja hasta el punto de que a veces
mi noble corazón la muerte anhela.

Lo que me da temor es el que ceses
de cuasi amarme aunque lo cual le duela
a mi alma noble y fiel que tú mereces.



TU OLVIDO

Tú dices que si dejas de quererme,
valor me sobrará para olvidarte…
¡Perdona!, pero tengo que impugnarte:
tu olvido lograría enloquecerme.

Jamás sabría yo sobreponerme
ante un horrendo olvido de tu parte.
Al mundo sólo vine para amarte,
¡para eso procedió el Eterno a hacerme!

Si tú me olvidas, moriré, no hay duda,
porque eres la razón de mi existir
en esta vida tan severa y cruda.

Si me olvidas no puedo resistir
tan duro golpe aunque demande ayuda
a Dios, causa final de mi existir.



A CIPRIANA LÓPEZ (1)

Dirán que sólo existe un solo objeto
de mi lírica pobre y baladí,
refiriéndose en ese caso a ti,
porque tu nombre en toda estrofa meto.

Yo, siempre que una décima o cuarteto
con mi rústico cálamo escribí,
tu dulce nombre con amor metí,
igual que lo hago en el actual soneto.

De amor inmensurable hasta los topes
está mi probo corazón henchido
y llora a causa de ese amor sentido…

En mi pecho jamás, Cipriana López,
hubo antes sentimiento tan tremendo
como éste que por ti hoy estoy sintiendo.


FELICIDAD

Eres tú la mujer por quien suspiro,
porque de todas, la mejor tú eres;
te distingues del resto de mujeres
por tu forma de ser, que tanto admiro.

Me lleno de embeleso si te miro,
objeto primordial de mis quereres;
me siento muy feliz porque me quieres,
feliz porque es amor lo que te inspiro.

Antes de que me amaras no tenía
la vida para mí ningún valor,
mas hoy que me has premiado con tu amor,

prodúceme el vivir mucha alegría,
y pienso consagrar toda mi vida
únicamente a ti, mujer querida.



LA SINCERIDAD Y LA HONRADEZ

Las virtudes más bellas que uno puede
tener son dos, y la primera es
un límpida y sólida honradez
que en ningún acto sucio nos enrede.

Al hombre que en su vida no procede
con pulcra honestidad, sino que en vez
de ella emplea una infame torcidez,
el probo su amistad no le concede.

La otra linda y mirífica virtud
es una gran sinceridad constante
que mentir nos impida en todo instante.

Fundamentos de firme rectitud
son estas dos virtudes tan hermosas
que a las personas hacen ser valiosas.


TU FRIALDAD

Si tanto me amas como hacerlo dices
y ejerzo sobre ti atracción astral,
¿por qué te portas con frialdad glacial
sin buscar a mi lado horas felices?

Mientras anhelo yo que tú amenices
mis ratos de tristeza sepulcral,
tú, en cambio, no haces nada con lo cual
el amor que me aseguras garantices.

Equivocada estás si acaso piensas
que el amor es así, frígido, quieto
y sin caricias vívidas e intensas.

El fuego en el amor no es irrespeto,
y el día en que tú de ello te convenzas
habrás de recordar este soneto.



ALÍGERO QUERUB

Alígero querub que raudo baja
del éter enigmático y extenso,
y da final a su veloz descenso
en mi hosca mente, donde ¡guay! se encaja.

Eso es lo que es tu imagen, diva alhaja,
cuando, en recuerdo repentino e intenso,
llega al raro sistema con que pienso,
y, entrando en él, se instala y se relaja.

Tu escultural efigie a cada rato
está reproducida en mi memoria
cual grácil serafín de la Alta Gloria.

Si, ya extasiado de apreciarla, trato
de echarla de mi rudo pensamiento,
resulta necio y vano todo intento.


RECUERDOS NOCTURNOS

Riela en la comba celestial la luna,
vejada por las nubes del espacio,
que pasan vagarosas y despacio,
pero no deteniéndose ninguna;

se oye el bramido de una res vacuna;
se oye azotar el viento a un verde acacio;
sigue Selene, desde su palacio,
fucilando tras nube inoportuna;

de vez en cuando un perezoso emite
su canto lastimero que repite,
cual si estuviera demandando auxilio…,

y mientras estas cosas acaecen,
mis recuerdos de ti se fortalecen,
razón por la que el sueño no concilio.



A CIPRIANA LÓPEZ (2)

En ti, Cipriana López, se resumen
las dotes más sublimes y preciosas;
se halla en ti la belleza, entre otras cosas,
expresada en su máximo volumen.

Ante tus cualidades se consumen
todos los atributos de las diosas,
y eres bella entre todas las hermosas,
aunque belleza a su hermosura sumen.

Morada eterna de la perfección
eres en cuerpo y alma, corazón;
lo más perfecto de la especie humana;

lo mejor, lo más bello entre los seres;
eso, eso, cariño, es lo que tú eres;
eso es lo que eres tú, linda Cipriana.


PENSANDO EN TI

La noche reina con su negro manto;
luciérnagas y escuerzos se divierten:
aquéllas lo hacen con la luz que vierten;
éstos, en cambio, con su rudo canto.

En lejana morada se oye el llanto
de un niño que depreca se despierten
sus padres, que, dormidos, no lo advierten,
y yacen impasibles mientras tanto.

Está el cielo cabalmente cubierto
por nubes que parecen de alquitrán,
y la atmósfera tuena con afán…

Yo, mientras tanto, estoy aún despierto,
y, en medio de calígines tan feas,
no pienso sino en ti…, aunque no lo creas.



¡REGRESA!

Dos días agobiantes y tediosos
han sídome el de ayer y el de hoy,
por no haberte podido ver, y estoy
con los ojos, de no verte, llorosos.

Los segundos transcurren perezosos,
más tardíos que un pigre morrocoy,
y yo, con grande desespero, doy,
sin rumbo fijo, pasos vagarosos.

¡Regresa, dulce amor, regresa ya!,
que mi alma triste asaz sufriendo está
y mi buen corazón de dar no cesa

latidos de infinito desespero…
Vuelve pronto, amor mío, que me muero;
regresa ya, mi cielo, a mí, ¡regresa!.


A MI VIEJA RADIOLA

¡Compañera senil que asaz aprecio!,
cuando nueva, sonora y bulliciosa;
hoy apenas audible y clangorosa,
con sonido precario, otrora recio.

Para mí no es jamás un adefesio
dedicarte, amicísima preciosa,
de mi cálamo un verso o bella prosa,
porque juzgo sin límites tu precio.

Mi alátere a través de mis andares
has sido tú, radiola ya vetusta,
compartiendo mis cuitas y pesares.

Te he visto envejecer después de nueva,
y, aunque estás vieja, es cosa que me gusta
oír tu voz, la cual ya no se eleva.



A MI HAMACA

Tus pequeñas cabezas, vieja hamaca,
ya no tienen tan buena resistencia
como en su figurada adolescencia,
cuando su fortaleza era verraca.

Hoy tu coloración se encuentra opaca,
tiene de brillantez cabal carencia;
tela podrida es hoy tu anciana esencia,
que antes podría hasta con una vaca.

Pero así como estás, aún te quiero,
guardiana de mi sueño placentero,
y a cambiarte por otra me resisto.

Tú has tenido –y es hecho que me agrada--
duración tan perenne y prolongada
que en hamaca distinta yo no he visto.


CASABLANCA

Adiós, lugar hermoso, ya me alejo
de ti y quizás no vuelva a visitarte,
pero no dejaré de recordarte
ni en mi actual juventud ni cuando viejo.

De haber vivido en ti yo no me quejo;
es más, tuve gran suerte al habitarte,
porque en ti lo que nunca en otra parte
visto había, vi, extático y perplejo.

Las túrgidas colinas del oriente,
los árboles frondosos del riachuelo,
llévolos estampados en mi mente;

los crepúsculos que hanme embelesado
desde el azul lejano de tu cielo,
con fuerza en mi memoria se han fijado.



EL AMOR

La principal razón de la existencia
de todo ser humano es el amor;
amar profundamente es lo mejor
que en la vida tener pueda ocurrencia.

Quien nunca ha dado amor y en consecuencia
no ha tenido la suerte ni el honor
de ser amado con sincero ardor,
ignora del vivir su dulce esencia.

La vida, sin amores elevados,
carece de valor en su estructura
y, ¡oh paradoja!, es claridad oscura…

Vivimos para amar y ser amados,
y no debieron nunca ser dotados
de vida quienes no aman con dulzura.


OASIS

A través del desierto de la vida
vagaba yo, sediento y solitario,
sufriendo como Cristo hacia el Calvario
y sin rumbo cual ave malherida.

Cuando ya mi esperanza era perdida
de encontrar un oasis necesario,
surgiste tú en mi andar estrafalario
para calmar la sed por mí sentida.

Maravilloso oasis descubierto
durante mi vagar lesivo e incierto,
eres tú, gran mujer idolatrada.

Mi vida ya no es cáustico desierto;
es un edén espléndido que agrada
y por el cual mi pena fue aliviada.



NUESTRA SEPARACIÓN

A separar de ti me voy sombrío
y con lágrimas grandes en los ojos;
satisfacer me toca los antojos
inexplicables del destino impío.

Me voy adolorido, mas confío
en que el amor profundo que tus rojos
labios manifestaron sin enojos,
será tan perdurable como el mío.

Acuérdate de mí a cada momento;
no des un solo paso sin tenerme
en tu lúcido y claro pensamiento.

Nunca dejes, mi amada, de quererme,
porque el inmenso amor que por ti siento
aquí en mi corazón, jamás se duerme.


LEJANÍA

Transido de esperar está en mi pecho
mi pobre corazón enamorado
que se conduela de mi pena el hado
y me deje volver a ti, derecho.

¿Por qué razón, si nada malo he hecho,
el destino fatal me ha condenado
a tener que vivir de ti alejado,
en llanto amargo y fúnebre deshecho?

Cesando está mi vida con raudez
por las ansias de verte a ti otra vez,
mujer henchida de sublimes dones.

Si pronto no te llego a ver, mi vida,
la parca, sin que nadie se lo impida,
enterrará en mi ser sus aguijones.



CONSEJO

Pregúntate tras largo meditar
cómo piensas de veras tú en la vida,
y pregúntate si es correspondida
tu forma de pensar por la de actuar.

Si actúas como piensas, no hay qué hablar,
pero si tu actuación no es parecida
a tu propio pensar, es indebida,
y este consejo debes recordar:

Actúa como piensas sin temor,
mostrándoles tu ser a los demás;
nunca hagas lo contrario, ¡no, jamás!,

que a tu prójimo harás un gran favor
si siempre te comportas como piensas…,
aunque actúes, incluso, con ofensas.


PROBIDAD

Soy probo en el amor y en todo aspecto;
así me enseñó a ser mi justo padre.
Recuerdo este consejo de mi madre:
“Sé honesto, fiel, sincero y hombre recto.

Si vieres en tu novia algún defecto,
manía o proceder que no te cuadre,
no dejes que la ira te taladre;
hacérselo saber es lo correcto.

Jamás le pagues mal a quien te quiera,
porque nada es más digno de censura
que el pagar con rudeza a la ternura”.

Por eso yo amo en forma verdadera,
con el mismo fervor y la ceguera
de un loco enloquecido, en su locura.



LA PENA DE MUERTE

Nadie, por mucha autoridad que tenga,
tiene derecho a decidir si puede
seguir o no viviendo quien procede
del modo que a su vida más convenga.

Vitando es el país donde se venga
equis delito cometido adrede
matando al infractor, lo cual sucede
al que en una prisión se le retenga.

Horrorosa es la sádica medida
de castigarle a un hombre con la muerte
una infracción o falta cometida.

El gobernante aquel que se divierte
privando a un semejante de la vida,
de vivir no debió tener la suerte.


AL LIBERTADOR

Bolívar, denodado combatiente,
de sublimes y rectos ideales,
que, luchando con armas desiguales,
venciste al enemigo fácilmente.

Si pudieras volver al continente
que libraste de cargas imperiales,
extrañado verías que los males
han vuelto a apoderarse de tu gente.

Tus sueños de unidad no se han cumplido,
y aquellos enemigos que tu dedo,
en su momento, señaló sin miedo,

¡oh Padre de la Patria!, no se han ido;
por el contrario, se han fortalecido
y nuestra suerte les importa un bledo.



A JOSÉ IGNACIO MOSQUERA

¡Amigo probo y de virtudes bellas,
dotado asaz de entendimiento claro!
Es tu cerebro coruscante faro
que irradia mayor luz que las estrellas.

Fontana exuberante de epopeyas
eres tú, fiel amigo, y te comparo
con un genio que nunca estuvo ignaro
y al que nadie podrá seguir sus huellas .

De tu ciudad natal eres orgullo,
porque eres hombre intelectual y egregio;
es un honor el ser amigo tuyo…

Cuando el avión se eleve en el espacio,
teniendo de llevarte el privilegio,
triste un amigo queda, José Ignacio.



A ROSA MARÍA GUZMÁN

De tu magna hermosura estoy prendado,
y puedo hasta jurar que yo no había
tanta belleza y tanta bizarría
en una misma joven contemplado.

Ha la natura en ti depositado
gran esplendor y diva gallardía;
¡eres perfecta tú, Rosa María:
en ti ningún defecto ha germinado!

Tu virginal mirada me embelesa
y tu sonrisa de ángel me fascina;
me arrobo cuando aprecio tu belleza,

mirífico querub de las alturas,
y, con tu voz eufónica y divina,
de placer, al oírla, me saturas.



A LILI

¡Oh, Lili, incomparable y linda flor
de néctar sacarino que empalaga!
Tu mágico perfume se propaga,
llenándose el ambiente de tu olor.

Cuando te miro, angelical primor,
mi sensitivo corazón se embriaga,
y cuando llega a mí tu voz, que halaga,
experimento un goce arrobador.

Con clara sencillez te manifiesto
que yo, sin interés , estoy dispuesto
a ser tu más asiduo amigo fiel…

Te pido, Lili, en súplica evidente,
que mientras vivas, púbera decente,
no olvides nunca a Lácides Manuel.



¡HERMANO INDIO!

No eres el mismo de hace muchos años:
Aún joven, pareces hoy caduco;
tu rostro, ya decrépito y maluco,
denota que has sufrido muchos daños.

Vinieron a tu tierra unos extraños
con vestidos distintos del guayuco
que usabas tú, prendido con bejuco,
y te colmaron, sin piedad, de engaños.

Antes, todo esto sólo tú ocupabas,
mas por otros pobladas son ahora
las tierras que tú solo dominabas.

Desconsolada, tu pupila hoy llora
al ver así lo que con cañas bravas
hechas saetas gobernaste otrora.



NOSTALGIA

¡Oh, mi adorada, que lejana estás!
¡Cómo te extraño con nostalgia inmensa!
Mi débil mente con amor te piensa
y tu recuerdo me persigue asaz.

A cada instante te idolatro más
y va creciendo mi pasión intensa,
cual las tinieblas de la noche densa
cuando ya el febo va a esconder su faz.

Parezco un desahuciado agonizante,
y emito lloros de mujer cautiva…
¡Qué horrible situación tan aflictiva!

Mas una cosa te diré, importante:
que la distancia entre los dos reinante
la roja llama de mi amor aviva.



ANHELO

Dedícote, mi amada, nuevamente,
de todo corazón, versos de amor.
¡Aprécialos, mi vida, por favor!,
que sólo escribo así, sencillamente.

Lo que quiero es decirte solamente
que te pienso y extraño tu calor;
aquí en mi corazón siento un dolor
por la distancia entre tú y yo existente.

Que el tiempo pase raudo yo deseo
para volver a ti, mi dulce amada;
que mucho sufro yo si no te veo,

y mi alma llora muy desconsolada,
diciendo en quejumbroso lloriqueo
que por ti anhela estar acompañada.



LOS PESCADORES DE MI PUEBLO

Por las noches de ingratos sin sabores,
en invierno, lo mismo que en estío,
surcan la ciénaga y también el río,
en continuo remar, los pescadores.

El Cesar lo recorren sin temores,
y en su recio caudal, siempre bravío,
del vil mosquito y del terrible frío,
sufren de igual manera los rigores.

Erguido en toda su gallarda talla,
va, escudriñante, en la aguzada proa
el que prepara y lanza la atarraya;

atrás boga el patrón de la canoa…,
y, ya en la madrugada, hacia la playa
se encaminan, y tornan a Saloa.



CERCANÍA

Cuando acaricio sus mejillas tersas,
que se enrojece su acendrada tez,
corre la sangre con mayor raudez
entre las venas en mi cuerpo inmersas.

Siento emociones a granel diversas
ante el contacto de su desnudez;
pierdo la chispa de mi lucidez
y desfallecen mis viriles fuerzas.

Bello es sentirla junto a mí sentada,
llena de gozo, y en su gozo riendo,
riendo de amor con amoroso estruendo,

pero un estruendo virginal que agrada
como un cantar de filomela arpada
que arrulla al febo cuando está saliendo.



DICHA

Orgulloso me siento de tener
tu amor inmaculado, puro y terso,
y siento gran placer porque en ti ejerzo
atracción que jamás creí ejercer.

Sin par felicidad dejo entrever
en todo cuanto por ahí converso,
y también cuando escribo cualquier verso
se nota en él edénico placer.

Esa dicha se debe solamente
a que tu limpio y enorgulleciente
amor me pertenece en absoluto.

Ese tu amor es para mí un tesoro
que en forma material no lo valoro
y que ni por la Gloria lo permuto.



A RADIO LIBERTAD

Es Radio Libertad una emisora
que en todos los aspectos sobresale;
no hay otra en el país que se le iguale:
es la mejor de cuantas hay ahora.

La gente la pondera y la valora
en todo lo que pesa y lo que vale;
en todas partes, por donde uno sale,
la escucha sin parar a cualquier hora.

Hoy completa una década exitosa
de labor encomiable y tesonera
en beneficio de la Costa entera.

Siendo asaz musical y noticiosa,
también folclórica es, por lo que goza
de afecto y acogida por doquiera.



DISTANCIA

Es bella como un ángel de la Gloria
bajado en nube mágica del Cielo;
mirando su belleza yo me alelo
y me olvido del mundo y de su historia.

No la puedo apartar de mi memoria;
no dejarla de ver: ése es mi anhelo,
y se llena mi ser de desconsuelo
si es la distancia entre los dos notoria.

No quisiera apartarme de su lado
y añoro a cada instante su fragancia;
quisiera eliminar esta distancia

que de ella me mantiene separado,
y volver a abrazarla, entusiasmado,
saturándola de ósculos con ansia.



AVIVAMIENTO

Vuelven las plantas a bailar felices
al compás de la música del viento,
y vuelven en el ancho firmamento,
dichosas, a jugar las nubes grises.

Las aves, cual fantásticas actrices,
vuelven, llenas de gozo y de contento,
a exhibir en el aire, en vuelo lento,
sus plumajes de exóticos matices.

Recuerdos gratos que en mi mente llevo
se avivan mucho en este sitio hermoso,
pues debajo de este árbol tan frondoso

pasé junto contigo un año nuevo
y nos bañamos, a la luz del febo,
en este mismo cristalino pozo.



EL PERIODISTA

Labor digna y loable es la que tiene
el periodista honesto y verdadero:
Expresa lo que ve, siempre sincero,
sin pensar si lo afecta o le conviene.

Ninguna argucia humana lo detiene
si va de la verdad por el sendero,
y aunque le toque debatirse fiero,
de decir falsedades él se abstiene.

Sin miedo e indeclinable, va derecho
al mismo sitio donde ocurre el hecho,
para después comunicarlo al mundo.

No importa que el peligro esté en su acecho;
él, siempre de noticias sitibundo,
las busca con empeño asaz profundo.



LA EMISORA

Un invaluable y sin igual servicio
es el que presta al hombre a toda hora,
con sus ondas hertzianas, la emisora,
llevando a todas partes beneficio.

Nadie que tenga un sano y recto juicio,
por muy escéptico que sea, ignora
que ha sido esta genial fuente sonora
un medio de hacer bien desde su inicio.

Por ejemplo, escuchando yo la radio,
cuando estoy melancólico recibo
un goce espiritual que alegre irradio;

y si escucho un evento deportivo,
me parece que estoy en el estadio,
a causa del relato que percibo.



DIÁLOGO INTERIOR

Pidióle, con voz llena de quebranto,
mi corazón a mi cerebro un día:
“Produce, por favor, una poesía
que colme a su lector de dulce encanto.

Un deseo me embarga que no aguanto
de que emanes estrofas de valía…”
Mi cerebro así habló: “No es culpa mía
si mi capacidad no llega a tanto”.

“¡Tienes que hacerlo! –pesaroso dijo
mi corazón--, porque si no, me mata
este anhelo profundo que cobijo”.

Y mi cerebro respondió: “Lo dudo,
pues si mi producción sale barata,
se debe a que mi ingenio no es agudo”.



NUESTRO AMOR

Nadie podrá soltar el fuerte nudo
que amarra nuestros nobles corazones;
nos amamos con fe, sin restricciones,
como nadie quizás hacerlo pudo.

No dudas de mi amor, y yo no dudo
del tuyo, gran mujer de hermosos dones;
yo te adoro con pulcras intenciones,
tú me ofreces tu amor limpio y desnudo.

Nada ni nadie, excepto el Dios Sublime
podrá atenuar la llama esplendorosa
que en nuestros corazones arde airosa.

No hay quien te ame, te quiera y que te estime
de la manera como yo lo hago,
y tú me amas igual, en noble pago.



TU CUMPLEAÑOS

Cumples años en esta fecha hermosa,
y, siendo muy propicia la ocasión,
te deseo de todo corazón
una vida feliz y venturosa.

Dios te colme de amor, futura esposa,
y te otorgue su gracia y bendición;
recibe aquí mi felicitación
sincera, espiritual y amorosa.

De la vida a lo ancho y a lo largo
ser mereces de Dios la preferida;
sus dones deben ir, mujer, en ti.

Mereces más que yo, y sin embargo,
yo he sido más premiado por la vida,
porque te tengo a ti, y tú en cambio a mí.



CARICIAS MATERNAS

Paréceme sentir en mis cabellos
el suave roce de sus manos tiernas,
si evoco de mi madre sus maternas
caricias que me dio en momentos bellos.

De los momentos mágicos aquellos,
remembranzas en mí conservo eternas...
¡De mi madre en sus mullidas piernas
por volver a dormir doy mis resuellos!

Mas imposible, a mi pesar, es hoy
que se repita la feliz hechura
de ese acto por el cual mi vida doy,

porque la Parca inexorable y dura
lo que más quise desde cuando soy
se lo llevó a la horrible sepultura.



LA MADRE

Es la madre la prenda más valiosa
que Dios a los humanos nos ha dado:
ella es digna de amor ilimitado,
por ella debe hacerse cualquier cosa.

No le basta a la madre bondadosa
con traer a la vida a un ser amado:
una vez que sufriendo lo ha alumbrado,
lo protege esmerada y valerosa.

Y no sólo lo cuida mientras crece,
ni sólo niño apóyalo en su pecho:
aun viéndolo crecido, hecho y derecho,

con igual diligencia ella le ofrece
sus cuidados y mimos bienhechores,
sin interés de recibir favores.



CIPRIANA LÓPEZ

Un soneto sencillo aquí elaboro,
al pie de una romántica ventana,
y con amor lo dedico a mi Cipriana,
a la que tanto extraño y rememoro.

A esa mujer que con el alma adoro
y que hoy encuéntrase de mí lejana,
estos versos le haré de buena gana
por ser mi más mirífico tesoro.

Mil gracias doy a Dios Omnipotente,
porque por Él, indubitablemente,
de conocerla tuve la ventura.

A esa virgen de nítida belleza
yo la adoro con límpida nobleza
por ser como los ángeles de pura.



EL BIBLIOTECARIO

¡Qué labor tan laudable y humanista
la que tiene el jovial bibliotecario:
sus servicios ofrece, humanitario,
con espíritu amable y altruista.

No es un ser displicente ni egoísta;
es un ser servicial, por el contrario.
Siempre atento, él extiéndele al usuario
con mano amiga el libro o la revista.

Es grifo de la pluma del saber,
que se abre espontáneo y cariñoso,
dando paso al fluido luminoso

de la ciencia que tanto es menester.
Él, debido a su límpida nobleza,
responde con dulzura a la aspereza.



VOLVIÓ LA LLUVIA

Volvió la lluvia bienhechora y grata.
Sus limpias gotas en la tierra aloja;
lava tejados y los campos moja,
dando salud a la sufrida mata.

Es conveniente que al verano abata
y reverdezca la marchita hoja,
para que el fruto de su siembra coja
el labrador de nuestra tierra lata.

Por fin se aleja el prolongado estío,
cediendo el paso al esperado invierno;
de esa manera volverá el plantío

a producir el necesario grano,
lo cual no quiso este nefasto infierno,
que así yo llamo a este cruel verano.



AMOR PROFUNDO

Ángel puro de origen celestial,
meta sacra de mi alma enamorada,
tú alimentas mi vida atribulada,
eres tú mi principio y mi final.

Te idolatro, mujer, de modo tal
que sin ti mi existencia sería nada;
te idolatro, criatura delicada,
de manera sublime y sin igual.

Sin ti yo no me siento un ser entero,
soy sólo una mitad disminuida,
sin razón de existencia en este mundo.

Sólo contigo yo me considero
un ser completo y con razón de vida:
¡Tal es lo inmenso de mi amor profundo!



RECUERDOS DE TU INFANCIA

Extraño aquellos sitios añorados,
por los cuales corriste cuando niña,
alegre, juguetona, en la campiña,
al viento tus cabellos despeinados.

Hoy de aquellos recuerdos anhelados,
en mi memoria un fárrago se apiña,
y me invade nostálgica morriña
al evocar tu infancia sin pecados.

Las dos palmas de vino que en el frente
de tu casa se alzaban majestuosas,
perduran retratadas en mi mente.

Y los mangos de ramas tan frondosas
donde jugabas tú inocentemente,
los amo por encima de otras cosas.



A UNA LINDA SEÑORITA

Es difícil creer que la chiquilla
aquella que, descalza y despeinada,
jugó en pantaleticas o sin nada
sea esa flor que hoy a todos maravilla.

Niña, fuiste una tenue lamparilla
casi sin esplendor, casi apagada;
hoy en cambio eres una despejada
estrella que con luz radiante brilla.

Sucios de mango el pecho y la carita
y descalza tú a veces la pasabas
cuando pequeña allá en El Mango estabas.

Mas hoy asombras, linda señorita,
respecto a aquellos años de niñita
en los que a las muñecas tú jugabas.



EN LA QUEBRADA

Recuerdo con cariño aquellos días
en que tú, laboriosa y esmerada,
lavabas en San Pedro, la quebrada,
limpiando con tu piel sus aguas frías.

Y yo, con ojos de cien mil vigías,
te solía cuidar, mi dulce amada,
celoso de la brisa delicada,
celoso aun de las miradas mías.

Jamás olvidaré días tan bellos
en que del bosque a los rumores gratos,
pasamos largos y agradables ratos,

sintiendo goce inusitado en ellos…
Yo hasta a tender la ropa te ayudaba,
y a recogerla cuando se secaba.

NUESTRO AMOR

Mujer, precioso bien idolatrado,
eterna moradora de mi pecho,
este papel para escribir fue hecho
y yo para adorarte fue creado.

Del amor que en nosotros ha brotado,
el mismo Dios se siente satisfecho
y, con su dedo rígido y derecho,
señala sabiamente nuestro hado.

Tu amor es para mí más necesario
que hasta el agua, el vestido o la comida;
sin ti, prefiero estar mil veces muerto.

De tu amor quiero ser el propietario
exclusivo y perenne en esta vida…
Que nos amamos, es seguro y cierto.



  LOS CARNAVALES

Ya llegan los alegres carnavales;
la gente, muy ansiosa, los espera,
y se engalana la ciudad entera
con sus danzas y ritmos tropicales.

En la radio los aires musicales
son propios de esta fiesta bullanguera;
abunda el ron y la cerveza impera,
festivos son los viernes culturales.

Las reinas y sus cortes, con esmero,
preparan sus casetas y carrozas
y llevan por doquiera, primorosas,

el júbilo cordial y placentero,
y los disfraces por su propia cuenta,
preparan su arbitraria vestimenta.



DOÑA IDALIA OCAMPO

Un soneto dedico a la memoria
de una buena, gentil y noble dama
que, cual rosa al caerse de su rama,
se marchó de este mundo hacia la Gloria.

Mas dejó en esta vida transitoria
de amistades y afectos una gama,
y una huella dejó de honesta fama
indeleble en el seno de la historia.

De su dulce mirada el tierno lampo
hoy ha sido segado por la parca,
enlutando su pueblo y su comarca…

A la eximia finada Idalia Ocampo
va este humilde soneto dedicado,
que entre llanto y dolor fue elaborado.



A LUZ DIVINA FERRER

La amistad que nos une, con agrado, me inclina
a obsequiarte un soneto de mi musa sincera,
en el cual expresarte bellas cosas quisiera,
porque tú te mereces lo mejor, Luz Divina.

Tu mirada extasiante, que al sentirla fascina,
y tu voz melodiosa, más tu risa hechicera,
son detalles que pueden cautivar a cualquiera
y revelan un alma nobilísima y fina.

En tu faz de querub, admirable criatura,
se refleja el amor de que habló Jesucristo;
practicar la virtud como nadie te he visto;

los innúmeros dones que te dio la natura
se conservan intactos en tu ser bondadoso…
¡Eres digna de un santo, gran mujer, como esposo!



COMPLACENCIA

Me pides un soneto de alta estofa,
como si fuera yo Lope de Vega
o el “Tuerto” López, su genial colega…
Pero, bueno, aquí tienes ya una estrofa.

De pronto no te inspire más que mofa,
pero de darle fin la idea me ciega
y quiero hacerte de él formal entrega,
aunque su calidad resulte fofa.

Si la capacidad no me acompaña,
yo sé que contemplando tu belleza
se me viene la rima a la cabeza.

Y, así, no te parezca cosa extraña
que el soneto sea cosa concluida…
Dulce niña, has quedado complacida.



HORRORES (1983)

Los hórridos sucesos que en el mundo
han tenido lugar últimamente,
sobrecogen el alma de la gente
y dan al corazón dolor profundo.

Aquel ruin genocidio tremebundo
que ocurrió en un país del Medio Oriente,
no lo puedo entender por más que intente
comprender a un espíritu iracundo.

También en Bogotá, de modo impío,
en acto que produjo escalofrío,
se les segó la vida a tres menores…

Son cosas que no ocurren ni en el cine...
¡Preferible es que el mundo se termine
a que sigan pasando estos horrores!



A MARÍA CONSUELO ARROYAVE

Adiós, Consuelo; adiós, María Arroyave,
sabia mujer que casi nunca yerra,
se marcha usted de esta querida tierra
como se marcha de su nido el ave.

Amén de ser una mujer que sabe,
un noble corazón su pecho encierra;
por eso su partida nos aterra
y nos afecta de manera grave.

Usted se marcha, hermana, y lo entendemos,
a ser la Superiora que antes era,
digna labor que desde ya sabemos

ejercerá de sin igual manera…,
mientras aquí nosotros quedaremos
sin saber qué destino nos espera.



HUGO CHÁVEZ FRÍAS (1)

Talentoso y genial como ninguno,
de intrépida elocuencia sin falacia,
naciste ungido con la diva gracia
en el momento histórico oportuno.

Eres del pueblo universal tribuno
y ejemplo fiel de varonil audacia;
serás llamado por antonomasia
“el Bolívar del siglo veintiuno”.

Si a perecer llegaras, buen guerrero,
sería cual si el último lucero
del cielo se apagara, y las naciones

que hoy de esperanzas salvadoras pueblas
quedarían sin luz, sin ilusiones…,
¡sumidas para siempre en las tinieblas!



HUGO CHÁVEZ FRÍAS (2)

Existe un gobernante asaz valiente,
adverso a la injusticia y la mentira,
que ama al pueblo y por eso se le admira
en Venezuela y todo el continente.

Ovaciones recibe de la gente
por todas partes cuando va de gira,
porque cariño popular inspira
este digno y egregio presidente.

Enemigo del neoliberalismo,
que tantos males causa en estos días,
promueve un renovado socialismo.

Es por eso que las oligarquías,
adoradoras del capitalismo,
odian y temen a Hugo Chávez Frías.



AMIGO DE TODOS

Soy amigo de tirios y troyanos,
a ninguno guardo odio en esta vida;
de DIOS es voluntad indiscutida
que nos amemos todos como hermanos.

Acepción no hago yo de los humanos,
porque de DIOS no es cosa permitida;
soy amigo en idéntica medida
de hindúes, musulmanes y cristianos.

De juez condenador no es mi papel;
DIOS ha dicho que todo el que juzgare
juzgado habrá de ser luego por Él.

Dejemos que los males DIOS repare;
Él sabrá lo que hará con todo aquel
que del recto camino se separe.


CONTRA LA PRESIÓN

Bajo absurda presión ninguna obra
quedará de buen modo terminada:
la acción bajo presión no vale nada;
con libertad, valor inmenso cobra.

La rígida presión, que en todo sobra,
nos recuerda a Damocles y la espada
y sume a la persona presionada
en la inseguridad y la zozobra.

Sin libertad no habrá creatividad,
ni la habrá bajo aquella autoridad
que inspire el desamor por la labor.

Es una sacratísima verdad
que todo lo que se hace sin amor
carece en absoluto de valor.


CONTRA EL LIDERAZGO

No me explico por qué, pero sospecho
que el hoy tan elogiado liderazgo
es del explotador un ruin hallazgo
para sacar de los demás provecho.

Tener a su patrono satisfecho
es del líder actual un feo rasgo;
él ejerce su extraño cacicazgo
como un dócil robot por Dios no hecho.

Aun el líder honesto y genuino,
su propio parecer es el que aplica,
y, siendo, como todos, imperfecto,

puede inducir a errático destino,
convencido de que el bien predica,
pero lejos de lo que es correcto.



LA VERDAD ENMARAÑADA

Cada vez me reafirmo en lo siguiente:
Al gobernante de hoy no le interesa
que con simplicidad y ligereza
comprendamos las cosas totalmente.

Parece que la casta dirigente
quisiera vernos, cosa que es aviesa,
enredados en la fragosa empresa
de tratar de entender completamente.

La inteligencia popular insulta
semejante actitud, y me pregunto:
¿Nos ven acaso como masa estulta?

Han inventado para cada asunto
un laberinto que nos dificulta
toda visión global o de conjunto.


LA JUSTICIA Y LA PAZ

A quien aspire a conseguir la paz,
con el mayor respeto le sugiero
que se proponga conseguir primero
la justicia social y nada más.

Un remedio efectivo y eficaz
para que viva en paz el mundo entero
es que de modo estable y verdadero
reine lo justo en la terráquea faz.

Bien el Estagirita dio a entender
que halla el placer en su expresión más pura
quien busca la virtud y no el placer.

Del mismo modo, es cosa muy segura
que al lograr la justicia aparecer,
surgirá la paz por añadidura.



PEDIRLE A DIOS

A Dios hay que pedirle lo que es bueno,
no aquello que pensamos que lo es;
sólo Él sabe, con clara nitidez,
qué cosa para el alma no es veneno.

El hombre, ser mortal de vicios lleno,
suele pedirle a Dios, sin sensatez,
aquello que con sórdida avidez
le exige su carnal cuerpo terreno.

Hombres hay que maldicen con enfado
cuando Dios no se muestra complaciente.
Ellos piensan que Dios los ha creado

para luego seguirles la corriente.
Parece que se hubieran olvidado
de que Dios es Señor y no sirviente.



AL CESAR

Departamento amado, patria mía,
tierra leda, halagüeña, encantadora,
donde nace la temprana aurora,
donde asoma primero el nuevo día.

A tu oriente, con noble bizarría,
se levanta, extasiante y seductora,
cual inmensa muralla protectora,
del Perijá la enorme serranía.

Paradigma eres hoy de convivencia
tras haber conseguido apaciguar,
a través del amor, la impía violencia...

No hay quizás en ningún otro lugar
gente tan llena de benevolencia
como la gente oriunda del Cesar.



 FORTALECIMIENTO INTERIOR

Si queremos con éxito hacer frente
a la maldad que por doquier pulula,
hacer debemos lo que Dios formula:
fortalezcámonos internamente.

Quien busca en su interior al Omnisciente,
espirituales fuerzas acumula,
y con ellas el peligro anula
de cualquier amenaza del ambiente.

Quien sólo ve hacia fuera siempre vive
divorciado de lo auténtico y veraz.
Comprender debería este aforismo:

“La causa de los males que recibe,
suele el necio buscarla en los demás,
mientras el sabio la hallará en sí mismo”.



LA REGLA DE ORO

De las verdades que la Biblia dice,
una descuella que es la “regla de oro”:
a nadie he de causar dolor ni lloro,
porque me ocurre lo que al otro hice.

Si alguna vez pasó, no fue que quise
ser causante de daño o deterioro,
y que jamás permita a Dios le imploro
que a mi prójimo yo atropelle o pise.

Dijo Platón en ocasión propicia:
“Vale más recibir una injusticia
que cometerla”, y tal es mi sentir.

Devolver bien por mal nos beneficia,
y yo hasta pienso que es mejor morir
que tener que matar para vivir.



LA SUERTE HUMANA

Franca opinión daré si se me pide
sobre algo que un misterio constituye:
¿la suerte humana es Dios quien la estatuye,
o sólo el hombre es el que en ella incide?

Como hacer conjeturas nada impide
sobre ese tema, mi razón concluye
que el hombre sí a su suerte contribuye,
no obstante es Dios quien al final decide.

Como el marino que su viaje inicia
presuponiendo, dentro de sus planes,
que tendrá un feliz viaje, sin afanes.

Mas para ello no basta su pericia:
requiere de una atmósfera propicia,
libre de tempestades y huracanes.



MUCHOS SENDEROS

Esto yo digo, y no es un juicio atroz:
para alcanzar del cielo las regiones
y de Dios obtener sus bendiciones,
muchos senderos hay, no uno ni dos.

Al caminar de esa verdad en pos,
hallé que las diversas religiones
son todas, en sus nobles intenciones,
válidas formas de buscar a Dios.

Porque si a un padre varios hijos llegan
con regalos de precios diferentes,
conforme a sus ingresos, que no niegan,

él acepta de aquellos descendientes
los distintos obsequios que le entregan,
valorando al igual tales presentes.



LOS CASTIGOS INFERNALES

Los horribles tormentos infernales
que tras el juicio bíblico final
sufrirá todo aquel que obrare mal,
me parecen más míticos que reales.

Sobre dichos suplicios eternales,
yo dudo de que el Padre Celestial
castigue a quien pecó como mortal,
con penas que son propias de inmortales.

Castigo eterno sufrirá el mundano,
se dice, porque bien se lo merece;
mas que ello sea verdad no me parece,

pues nadie que se precie de cristiano
será feliz sabiendo que su hermano
fuego eterno en el báratro padece.



LA TRINIDAD DIVINA

De la divina trinidad cristiana,
he aquí la forma cómo yo la entiendo:
el Padre es como el sol que estamos viendo,
y el Hijo, cual la luz que de Él dimana.

Esta comparación, que no es profana,
termina felizmente concluyendo
que el Espíritu Santo viene siendo
como el calor que dicha luz emana.

Este símil, según mi parecer,
de la verdad un ápice no dista
y explica bien la trinidad de Dios.

Son tres aspectos, pero un mismo ser,
y es imposible concebir que exista
alguno de ellos sin los otros dos.



LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Nuestros medios, con máxima frecuencia,
mienten de modo cínico y mañoso,
y en su pérfido afán no dan reposo
a su inmoralidad y a su indecencia.

Manipulan el pueblo a conveniencia
con propósito ruin y tenebroso:
son un modo implacable y poderoso
de enajenar el alma y la conciencia.

Sólo difunden lo que el dueño manda,
les interesa la verdad un cuerno
y nunca la ética con ellos anda...

Son, en fin, para gozo del averno,
el medio de expresión y propaganda
de los patronos del actual gobierno.



 EL LLAMADO HOMBRE MALO

Nadie es merecedor de infame veto,
ni de oprobiosa estigmatización.
A nadie, por tan válida razón,
con rótulo de malo yo etiqueto.

Incluso el malo es digno de respeto,
de humana y bondadosa compasión…
El llamado hombre malo, en mi opinión,
es objeto del mal, más que sujeto.

He aquí una cosa que la vida prueba:
no es malo un hombre porque quiera serlo;
su contexto vital allá lo lleva.

Así debemos todos entenderlo,
pues al señor y al siervo de la gleba
juzgarlos por igual no es justo hacerlo.



LA IGNORANCIA EN MI PAÍS

Aunque a Dios permitir quizás no plugo
que la ignorancia en mi país hoy quepa,
en muchos, sin embargo, ella se trepa,
y entonces ven cual bendición el yugo.

Ven como salvador a su verdugo,
admiran al locuaz aunque no sepa,
hallan mejor la pizza que la arepa,
y piensan que Álvaro es mejor que Hugo.

Lo fútil es para ellos importante,
estiman lo superfluo necesario
y su altruismo es de por sí precario.

Su hipocresía raya en lo aberrante,
porque en el prójimo y el semejante
tan sólo ven al cliente y al usuario.



DEL COMPROMISO Y LOS DEBERES

Yo desconfío y hago caso omiso
del pretendido status de valor
que con afán y sospechoso ardor
hoy se le quiere dar al compromiso.

Comprometerse es arrojar al piso
la libertad que nos donó el Creador;
¡cumplir nuestros deberes es mejor!,
que para ello fue que Dios nos hizo.

Un compromiso puede defender
intereses contrarios a lo recto,
pues el bandido suele contraer

compromisos proclives a lo abyecto.
En cambio el cumplimiento del deber
lleva siempre a lo justo y lo correcto.


EL SENTIDO DE PERTENENCIA

Una cosa que aún yo no digiero,
aunque trato de hacerlo con paciencia,
es el sentido aquel de pertenencia
que hoy se promueve con celoso esmero.

Se le exige al empleado, y considero
que le falta equidad a esa exigencia,
porque omite pedir correspondencia
por parte del patrono hacia el obrero.

Si yo en alguna empresa me coloco
de asalariado, cosa que es corriente,
no he de creer que es mía: ¡no soy loco!

Que no me pertenece es evidente,
y yo no pertenezco a ella tampoco,
pues pertenezco a Dios tan solamente.



CONTRA LA VENGANZA

No es inútil sermón ni vana arenga
pedirle al rencoroso, hombre temible,
que, deponiendo su ánimo irascible,
su fiero impulso vengador contenga.

De vengarse conviene que se abstenga
aquel que ha recibido daño horrible,
porque es una verdad indiscutible
que pecado comete el que se venga.

La venganza es de Dios y no del homo
sapiens, como lo dice la escritura;
Él decide si la hace, cuándo y cómo…

Contra el odio, el rencor y la amargura,
si un daño se me causa, yo lo tomo
como un suceso más de la natura.


DIOS Y LAS ORACIONES  HUMANAS

No considero, y siempre así lo dicho,
que de los ruegos Dios se mueva al son,
y diciendo no estoy que la oración
de los hombres a Él le importe un bicho.

Pero estimar que Dios cede al capricho
y a los antojos de cada corazón, 
significa poner, en mi opinión,
la justicia divina en entredicho.

Dios no actúa, pues ése no es su plan,
al compás de las muchas oraciones
que los hombres elevan con afán.

Él concede su gracia por razones
del mérito que justamente dan
al hombre sus benévolas acciones.


CAMBIEMOS NOSOTROS

Muchos pretenden, con febril esmero,
cambiar todo, mas ellos ¡ni un segundo!
Tal parece un propósito infecundo,
un estólido y necio desafuero.

Procuremos más bien cambiar primero
nosotros mismos en lugar del mundo,
porque es legítimo, veraz, rotundo,
que si uno cambia, cambia el mundo entero.

No abramos, con torpeza e insensatez,
entre el mundo y nosotros un abismo;
practiquemos más bien el altruismo,

que en este mundo de escasa lucidez
nuestra batalla principal no es
con los demás, sino con uno mismo.



SONETO A LA MUJER

En todo el orbe la mujer descuella
por su innegable y sin igual valía;
¡quién sabe de este mundo qué sería
sin la presencia fascinante de ella!

Cada mujer es una hermosa estrella
que irradia luz, pureza y armonía.
Decir esto no es loca fantasía:
¡Toda mujer, sin excepción, es bella!

Quien se atreve a ultrajar u ofender
a una mujer, carece de valores,
pues ella sólo inspira echarle flores.

Después de Dios, sin duda es la mujer
el más valioso y adorable ser
que hay en el mundo y sus alrededores.



SONETO A LA FAMILIA

No hay en la sociedad cosa más bella,
más digna de imitar ni más valiosa,
que una familia estable y armoniosa,
donde ningún conflicto deje huella.

Ruega, mujer, que siempre sea tu estrella
guardar fidelidad respetuosa,
y ruégale que, como digna esposa,
ninguna tentación te aparte de ella.

Asimismo, ningún marido intente
cambiar por otro amor a su pareja;
eso Dios no lo ordena ni aconseja.

No la cambie ni aun futuramente
cuando ella por la acción dura, inclemente,
del paso de los años ya esté vieja.


UN SONETO A LA VIRGEN

Un soneto a la Virgen me ha pedido
una amiga a quien mucho considero,
y yo, como a la Virgen la venero,
sin pensarlo dos veces he accedido.

Como madre de Dios, Virgen, de pido
que alumbres por doquier nuestro sendero,
y, si al Reino de Dios yo llego, espero
permanecer allí a tus pies rendido.

Tú a las madres del mundo ejemplarizas,
pues, del modo más fiel y genuino,
las virtudes más nobles simbolizas.

Del Padre Celestial, según opino,
Virgen María, tú parabolizas

el lado maternal y femenino.

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