LOS CANTANTES CRISTIANOS
Muy sublime es la tarea
del cantante que su voz
pone al servicio de Dios,
y el espíritu recrea.
Cantando en la tierra hebrea,
Débora y Barac, en “Jueces”,
glorificaron con creces
a Dios en su santidad,
porque sin duda es verdad
que “el que canta ora dos veces”.
Lácides Martínez Ávila
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